A poco escrupuloso que seas no leas este post (va en serio)

Segunda oportunidad, repito: si eres algo escrupuloso, aprensivo, tiquismiquis o “mirado” con las cosas del comer, te sugiero de verdad que abandones en este punto la lectura de este post. Si sirve para convencerte te diré que yo lo estoy escribiendo de mala gana… ¿y porqué lo hago? te preguntarás, pues porque al parecer es noticia, una desagradable y, desde mi punto de vista, asquerosa noticia. No digas que no te he avisado.

Bueno, en realidad son dos noticias que rivalizan (y de ahí su nexo) en lo más guarro. Para ir poniéndote en antecedentes (y por aquello de dar tiempo a quien quiera, de verdad, de dejar de leer) además de ir calentando el tema poco a poco, quiero traer a colación este otro post en el que se explicaba la razón de que el queso huela a pies… y viceversa. Razones aparte el caso es que tal y como te contaba en aquel post hay quien ha jugueteado con la cuestión y ha creado sus propios quesos utilizando para ello, como los imprescindibles microrganismos fermentadores, las bacterias de sus pies. Una propuesta, científico-curioso-artística sin mayores pretensiones en este caso que la mera divulgación. Pero las noticias que traigo, van más allá, y así lo hacen porque sus fines son otros y porque además hay un salto cualitativo, una escalada en el nivel del Sistema Internacional de medición de las guarradas. Me refiero… allá va, a la placentofagia y a la elaboración de “yogures vaginales”. Ale… ya lo he dicho. Vayamos por partes.

La placentofagia

placenta

Sí, es lo que su nombre sugiere, y si te he de ser sincero, conozco esta porquería de práctica desde hace bastantes años. Pero me resistía a sacarla en el blog por aquello de que estaba claramente enmarcado en lo más extravagante, pero ahora va y se hace noticia con la polémica de las “doulas” en los paritorios. Anteriormente había oído de ella cosas como muy extrañas y gores… como que Tom Cruise era adicto a esta terapia en especial por las absurdas propiedades antienvejecimiento de esta cosa… de este órgano efímero una vez que es expulsado tras el parto. Y luego que si la cienciología para arriba, la cienciología para abajo y todo ese tipo de martingalas sin, quiero pensar, fundamento. Pues eso, lo que te digo, y es que para más inri, si te va la marcha, te sugiero que en google pongas “placentofagia” y veas la cantidad de resultados (a mí hoy me salen más de 10.000, y en inglés, placentophagy, más de 26.000). En ellas encontrarás las más inverosímiles propuestas y explicaciones sobre los beneficios de poner en práctica esta… esta cosa.

Pero nada como llegarse hasta esta página en la que además de la práctica de encapsular la placenta para administrársela en cómodas dosis y liofilizarla y demás… te ofrecen ideas de recetas para comerla en plan “plato”… siempre poco hecho, como los buenos chuletones… o menos aun ya que de otra forma su excesivo calentamiento redundará en la inadmisible pérdida de nutrientes de tan codiciada… cosa. Si decides encapsularla, la misma página te ofrece un procedimiento detallado para hacerlo con garantías y te hace saber que una placenta media da como para 170 a 230 cápsulas.

No pienso entrar en los contrastados beneficios de seguir esta práctica porque un buen compañero, Julio Basulto (@JulioBasulto_DN), ya abordó el tema hace tiempo de forma detallada en este post con todas las bendiciones de estudios y demás. No obstante, te lo resumo: no hay evidencias de los presuntos beneficios que normalmente se cacarean sobre la placentofagia (cruda, cocinada o encapsulada, porque de todo hay) y además, puede ser una práctica peligrosa a causa de las infecciones que puede ocasionar.

“Yogures vaginales”

YogurSeguimos para bingo. Este tema tampoco engaña en su planteamiento, se trata de leche fermentada con las bacterias propias del hábitat de la vagina. Suene como suene, es preciso ponerse estrictos y reconocer que de ninguna forma puede llamarse a este producto fermentado “yogur”. La razón, es que este producto solo obtiene tal denominación cuando se ha fermentado la leche con dos bacterias concretas Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus (por eso, en un Actimel, por ejemplo, otra leche fermentada, no verás la palabra yogur por ningún lado, por que la bacteria fermentadora en su caso es otra).

Bueno, pero a lo que íbamos, resulta que a una buena señora, Cecilia Westbrook, una doctora de la Universidad de Wisconsin, se le ha ocurrido realizar esta porquería con sus propias bacterias de ahí, a modo de réplica al libro Natural Harvest (“Cosecha natural”) en la que su autor propone una serie de recetas cuyo ingrediente estrella es el semen (ya te lo avisé, he procurado ir de menos a más). Pues si ellos pueden hacer guarradas con sus cosas, nosotras también, fue lo que debió pensar. Bravo por Cecilia… doctores tiene la iglesia.

Al parecer, y según esta fuente, después de realizar la receta de forma casera (¿habría otra forma?) y comérsela… y repetir (se comió su cosa con zarzamoras) Cecilia recibió una regañina de su universidad, no le avaló el proyecto y le advirtió que había sido una mala idea la suya, ya que las bacterias del ecosistema vaginal son beneficiosas allí y solo allí hasta cierto punto… y que podía haber pillado una toxinfección de no te menees. Si te van los detalles ad hoc, te diré que Cecilia es psicóloga especializada en desórdenes del comportamiento. Para hacérselo mirar.

En fin, llegados hasta aquí y alcanzado esta cota, te puedo asegurar que en los próximos post de este blog jamás se alcanzará el nivel de guarrería del de hoy. Espero.

———————————

Nota 1: Los comentarios jocosos son bienvenidos, pero de veras lo soez no es divertido. Cuidaros.

Nota 2: mi agradecimiento por la información aportada una vez más a Ana I. Gutiérrez (@Fasmida) y a José Joaquín López (@SimplementeJJ)

Imágenes: Placenta humana de Sarindam7 vía en.wikipedia y yogur de ciruela de joephotostudio vía freedigitalphotos.net

 

27 comentarios en “A poco escrupuloso que seas no leas este post (va en serio)

  1. Por alguna razón… en cuanto a la placenta… los animales lo hacen… algo bueno tendrán… Claro que estos mismos no distinguen ni a sus familiares a la hora de reproducirse….

  2. Bastante curioso el post. Mi pregunta sería
    ¿Si te comes un “Yogur vaginal” se puede decir que estás teniendo sexo oral?

  3. Yo después del descubrimiento de la “cropofagia” esto me parece una moda extravagante y de mal gusto. Sinceramente, más guarro me parece el comerse fetos de pato (embriones desarrollados), que es, por lo visto, costumbre en Filipinas. Y es solo un ejemplo…si se busca a conciencia seguro que aparecen unas cuantas “comidas” en el mundo realmente vomitivas.

    Y recuerda que si buscas Tiendas Online de Alimentación y Bebidas en España somos tu web de consulta, visítanos en http://elpedidohosteleria.com

  4. Los animales lo hacen para que los depredadores no lo huelan y ataquen a sus crías absolutamente por nada más.

    Las cobayas suelen comerse sus propias cacas por sus vitaminas, quién sabe si en un futuro…
    En lo que viene siendo el semen, a lo mejor en forma de crema anti-alergias…..

  5. Con esto de volver a la madre naturaleza, algunos se están pasando de la rosca, en pelotas y al natural querría yo verles en Burgos hoy.
    Si la placenta es buena para zampársela, a lo mejor los mocos del bebé también

  6. Hola Juan.
    Dicen que para gustos lo colores…
    Lo asqueroso es algo relativo, dependen factores culturales. En algunos países asiáticos los canes entran dentro del menú gastronómico, cosa que para un occidental parece algo aberrante, para muchos comer caracoles tampoco les agrada…Podía seguir dando ejemplos El dicho de que comemos por los ojos, que gran verdad.
    Por lo tanto es muy complicado decir qué es aberrante y qué no. En Italia se comen un queso con gusanos vivos, en fin… Creo que lo único que estaríamos todo de acuerdo sería en no aceptar el canibalismo.
    Que conste que yo no probaría nada de lo expuesto en el artículo de Juan. El queso italiano que gusanos, lo mismo con una buena copa de vino….xD

    PD: vídeo sobre el queso de gusanos de Cerdeña

  7. Me encanta el argumento que tiene los naturópatas para algunas cosas. Los animales se comen las placentas, algo bueno tendrán… (gracias a @parvi por incluir la aclaración).

    Es decir, como las mantis religiosas se comen al macho tras copular, será bueno que las mujeres decapiten y coman la cabeza de sus maridos tras fecundarlas. Los felinos matan a algunas crías por si no son de su progenie, así que vamos a matar algunos hijos por si no son propios.

    Como los escarabajos peloteros comen excrementos, ya estamos tardando en comer mierda (con perdón). Tampoco entiendo por qué toda esta peña no picotea alpiste crudo como los canarios, o se tragan la comida entera como hacen las serpientes, o comemos carroña putrefacta como los buitres.

    ¡Algo bueno tendrá la carroña podrida si se la comen tantos animales!

    Lo que hay que oír… Pensar que esa gente vota igual que yo da miedo.

  8. No sé si es bueno o no comer estos “productos”. No sé si tiene buenas o malas propiedades, pero que los animales lo hagan no es una señal de que es bueno como alimento. Muchos lo hacen como modo de eliminación de olores para evitar a los depredadores.
    Lo de las bacterias de la vagina… que puedas intoxicarte… lo veo difícil, ¿cuántas intoxicaciones coge la gente por hacer sexo oral?, no conozco ningún caso.

  9. Yago,

    Gracias por tu comentario. Una palabra te diré: dosis

    Saludos cordiales

  10. Intoxicaciones alimentarias (léase gastroenteritis bacterianas más o menos graves), no sé si se pueden producir. Lo que sí ocurre al practicar el sexo oral son infecciones venéreas que afectan a otros órganos, por ejemplo sífilis primarias o gonorreas en cavidad oral y orofaringe, amén de infecciones por papilomavirus y otras

  11. Bueno Yago,
    “Lo de las bacterias de la vagina… que puedas intoxicarte… lo veo difícil, ¿cuántas intoxicaciones coge la gente por hacer sexo oral?, no conozco ningún caso.”
    Tampoco creo que nadie deje fermentando lo que le quede en la boca. Ni que ninguna mujer sea tan guarra como para “tener la concentración de un yogur” ahí.
    Y sí que hay infecciones transmitidas por sexo oral: el herpes principalmente, pero también Clamidia, Gonorrea, Sífilis y el virus del papiloma humano (provoca cáncer de garganta).

  12. @Dommart, en ningún caso he hablado de infecciones sino de intoxicación, que es lo que se comenta en el artículo.
    Como dice Juan Revenga puede que la dosis sea lo que lo determine pero entonces ¿durante cuánto tiempo ha estado recogiendo muestras esta mujer para hacer fermentar la leche? las bacterias no son inmortales…

  13. Y lo de fermentar leche con bacterías vaginales… Si las bacterías han prosperado, supongo que la cantidad ingerida a través de este “alimento” será miles de veces superior a las que entrarían tras una sesión de sexo oral. Por eso nadie se intoxicaría por una sesión de sexo oral, pero sí lo harían comiéndose este “postre”.

    La última frontera de la guarrería es comer excrementos. Esperad sentados que algún naturopático crudívoro con ínfulas de gurú no tardará en abogar por ello, le pagará a alguna estrellita del cine para que lo publicite y hala, un montón de idiotas a comer mierda, literalmente.

    Por cierto, la coprofilia en el sexo es eso, filia, no fagia: los aficionados al scat no la comen como si fueran pasteles. En Pink Flamingos, Divine comía excrementos de perro… en un reciente Gran Hermano, una concursante ingería la caca de una cabra. En alguna performance salvaje de arte, los participantes comían heces humanas cocinadas, aunque desconocían que lo eran. Todos encontraban la comida deliciosa y parte de la performance consistía en ver sus caras cuando el artista emitía el vídeo de cómo hizo la comida. En un Lost Planet, el presentador era invitado a degustar foca recién sacrificada: su carne, su grasa… su heces recién extraídas del colon del animal. Declinó la invitación.

    En fin. Todo se andará. Pero conmigo que no cuenten. Dadme una ensalada.

  14. Al leer el artículo me he metido rápidamente en los comentarios, pensando que los del Pedido de Hostelería iban a poner un enlace para vendernos el yogur de conyo y que los diversos foodies blogueros iban a invitarnos a sus bitácoras para proponernos placenta encebollada. Me siento defraudado.
    Juan, el post, espectacular !!

  15. Realmente es interesante pero eso no quita lo asqueroso que resulta, sin ofender a nadie, pero como humana, no considero que comer placenta sea algo agradable, me da asco verlo en las perras así que mira… pero si los animales lo hacen es porque lo necesitan no por capricho, de la misma manera que los conejos se comen sus cacas para coger nutrientes y minerales.

    A mi pareja le parece más escatológico lo de los bombones con el molde de tu ano, yo simpatizo y lo veo gracioso, pero esto…. es, simplemente que no sé cómo existe y menos siendo psicológa la señora Cecilia.
    No simpatizamos con el canibalismo pues… en fin.

    Y lo del “yogur” bueno, digamos que no es tna desagradable, ya corrió que Lady Gaga hizo una colonia de sangre y semen (aunque no sé si se hizo al final).

    Muchas gracias por el artículo. Un beso.

  16. Efectivamente Warp,

    Ni idea de lo que comentas de esas performaces “artísticas” y demás, pero en respuesta a Yago la clave es precisamente esa, que al extraer una muestra de esas bacterias y ponerlas en el medio a fermentar (es decir, la leche) estas se ponen a multiplicarse como cosacas (exponencialmente es el término correcto) hasta llegar por ejemplo en un yogur tradicional a encontrar, como mínimo, 10 millones de bacterias por gramo o mililitro (la norma de calidad del verdadero yogur indica esa cifra como la más pequeña… así que de ahí para arriba). Por gramo, es decir, imagina las que se pueden encontrar en una cucharadita y no digamos ya en un bol entero.

    Así pues, al igual que en condiciones normales ingerir una sola bacteria del género Salmonella difícilmente va a desembocar en una salmonelosis, y tomarse una buena ración de ensaladilla rusa con salmonellas en plan manifestación 15-M sí… con el caso de las chichi-bacterias sucede lo mismo, una cosa son las pocas que puedan llegar a parar a tu tracto digestivo con el sexo oral y otra que te metas entre pecho y espalda un cultivo masificado de ellas (aunque sea con zarzamoras)

    Otra cosa: Gracias Rubén!

    Saludos!

  17. Bueno,vamos por partes,debo decir que nada proveniente de nuestro cuerpo me parece asqueroso,lo visualizo conceptuálmente como natural.Dicho esto,preguntaría por que dejamos fuera de juego el ano,zona corpórea estrella del movimiento gay,ella provée abundante material para fermentar quesos o yogures y más tomando en cuenta que es usada actualmente una selección de microorganismos habitantes de esta zona del cuerpo para corregir déficits poblacionales en personas ,mediante su ingesta,dicho de otra forma,se ingiere excrementos de otra persona.No deberíamos olvidar el poderoso cóctel que ofrece el sudor,con su compleja fórmula tán personal,así que tal vez pronto veamos en el mercado distintas combinaciones de estos elementos ,ya sea en forma de alimentos, cosméticos o alguna otra bizarra forma de obtener dinero a costa de la increíble credulidad y estupidez humana.Un saludo Mario

  18. +1 al comentario de Jose Joaquín 🙂

    al menos no hacen daño a nadie, mucho más horrible es comer caracoles, cocinarlos vivos….

    y sobre lo de consumir secreciones corporales, la mayoria de gente consume lácteos, que son secreciones mamarias de un animal, así que sea de un humano de un animal.. el asco de manera objetiva deberia ser similar 😛

  19. Os recuerdo que bebemos leche de las tetas de las vacas… Todo esto es cultural. En korea comen perros y allí es normal, aquí culturalmente no lo es e indica algún trastorno psicológico, y así con todo. En España tradicionalmente se han comido sesos, testículos de toro, hígado y corazón de diferentes animales, callos (que proceden del estómago del cerdo), lengua, CARACOLES… no sé hasta qué punto es esto tan escandaloso. Lo del yogur es una guarrada, sí, pero lo de la placenta, pues tampoco me parece una cosa como para espantarse, aunque apetitosa no parece.

  20. Los animales lo hacen para protegerse a ellas mismas y a sus crías, para que el olor y los restos no atraigan a depredadores.

  21. Madre mía, vivir para ver.

    Lo de los flanes de vainilla lo superé de niño. Lo de los yogures de vaginilla creo que no lo superaré nunca. O un estofado de placenta. Estoy de acuerdo en que lo asqueroso es relativo, muy cultural y personal, pero mi cultura y mi persona me impiden según que cosas. La placenta sospecho que no la voy a probar nunca. La vaginilla dejádmela al natural, sin historias raras.

  22. Me ha recordado al “chiste guarrillo2 de 2 indigentes que se encuentran una lata de lentejas y uno se la come entera el solito.El otro mosqueado empieza a hablarle de cochinadas hasta que provoca el vomito del primero,para seguidamente coger una cuchara y comerselas(así me gustan más ¡calentitas!)¡¡Cerdada ya lo se, pero eso es lo que me ha recordado ésta lectura!!.

  23. Bah¡¡¡ no era para tanto el post.. yo me imaginaba que las fotos eran de una tenia siendo “cazada” de la forma “tradicional”.. (que mal lo pase en las clases de parasitologia, estuve sin comer carne una semana)
    La placenta ya se lleva usando desde hace tiempo para hacer cremas carisimas, asi que el paso a comersela era casi lo “normal”
    En cuanto a los yogures, no me van mucho , pero si haces un buen tiramisu , ya le puedes meter cualquier guarrada que si no me lo dices lo como¡¡
    Pero si de verdad quereis vomitar solo teneis que leeros los prospectos de todos los alimentos que consumis.. hay algunos que dan verdadero asco

Los comentarios están cerrados.