Con los dedos de las manos y los dedos de los pies… (esto parece una bonita canción, pero no) ya apenas se alcanza a contabilizar la totalidad de los productos en el mercado de la marca Realfooding. Es decir, actualmente rozan o superan las dos decenas.
Del movimiento a la marca
Lo que antes era “el movimiento Realfooding” hoy se ha convertido en “la marca Realfooding”. Y, lo que más llama la atención, es que en esta transformación no hay atisbo de aquel movimiento que un día le dio pie. Si quieres conocer las claves de esta deriva -de movimiento a marca- te sugiero que le eches un vistazo a este hilo de twitter que analiza el proceso desde la perspectiva del márquetin y al margen de toda cuestión nutricional.
Hasta la fecha cada lanzamiento, cada novedad, se ha analizado de forma individual por parte de muchos profesionales que, desde hace tiempo, observan sorprendidos -y hasta cierto punto lamentados- la mencionada transformación. Digo hasta cierto punto porque en sus orígenes la marca aún conservaba, al menos en apariencia, parte de la esencia del movimiento. Es decir, empezó comercializando propuestas honestas, o al menos eso era lo que percibían los profesionales, los consumidores y sus feligreses. Hablo de gazpacho, guacamole, hummus y cosas así.
Ahora bien, el asunto se empezó a torcer hasta el punto del paroxismo con el advenimiento de cremas de tipo nocilla, bollería y galletería variada, refrescos de Kombucha, helados y demás cosas “Realfooding”, eso sí con dátil y achicoria a cascoporro. ¿Qué neonutricionista o feligrés le podía decir nada si usaba esos ingredientes?
Creo por tanto que conviene hacer balance de lo que ya ha comercializando la marca, y someter sus productos al escrutinio de diversos sistemas de clasificación más o menos oficiales, siempre reconocidos. De esta forma se comprobará qué tienen que decir dichos sistemas de los productos Realfooding. No olvidemos que todos estos sistemas a los que me refiero existían antes del nacimiento de cualquier producto de la marca Realfooding, así que, en este sentido, no creo que se pueda hablar de condicionamiento ni de sesgo alguno.
Como no podía ser de otra forma, también he analizado los productos de la citada marca bajo la aplicación móvil ElCoCo. Me refiero a aquella en la que tanto tuve que ver (y aun creo que tengo) a la hora de desarrollar su algoritmo. Aplicación que, por cierto, es la mejor valorada entre las de su género. Además, y a modo de traca final, también analizaremos y compararemos las notas que obtienen los productos Realfooding dentro de la aplicación “MyRealfood” que, como todos sabemos, es la aplicación de la propia marca. Así que… vamos allá.
La tabla que todo lo explica
Toda la información que se va a desarrollar a lo largo de este post procede de la elaboración de una tabla con la que pretendía hacer un hilo de twitter explicando estas cuestiones. Lo que no sabía aun es que el asunto iba a tener tanta miga.
Es posible, y legítimo, que te preguntes de dónde he sacado los datos para confeccionar la tabla. Entonces yo te responderé que los he sacado de la muy recomendable web Open Food Facts. Si quieres, puedes contrastar todos los datos en este enlace.
Tal y como se puede apreciar así por encima y teniendo en cuenta el código universal de colores verde-bueno, rojo-malo, el tema no pinta demasiado bien a ojo de pájaro
Como hay mucho material condensado en la tabla y es posible que no lo puedas leer bien, he decidido hacer resúmenes de cada uno de los sistemas a los que se han sometido los productos. Otra cosa que puedes hacer, si quieres, es pinchar sobre la imagen para ampliar su perspectiva.
Realfooding frente a NutriScore
A pesar de toda la inquina y toda la bilis que despertaba a Carlos Ríos el sistema NutriScore, resulta que es el segundo que mejor le trata. Tienes un resumen de las notas obtenidas en este sistema por los productos Realfooding.
No obstante, merece la pena destacar que más del 41% de todos los productos Realfooding tienen notas C o D en NutriScore. En el lado de lo más positivo, ningún producto obtiene una valoración E.
Realfooding frente a sistema NOVA
Es posible que la cuestión del ultraprocesamiento sea una de las delicadas para la marca Realfooding. Recordemos que, a pesar de no haber una definición concreta y totalizadora para los alimentos ultraprocesados, los criterios más aceptados, en especial por la comunidad científica, es el sistema NOVA (en este enlace puedes conocer más de él). Es decir, “ultraprocesado” es lo que queda definido por el sistema NOVA, no es lo que diga Carlos Ríos que es ultraprocesado. Así, y con el sistema NOVA en la mano, resulta que casi el 60% de los productos de la marca Realfooding son NOVA 4, es decir, ultraprocesados. Elocuente.
Llegados a este punto quiero hacer una aclaración. Los cuatro grupos que establece el sistema NOVA no son graduales, ni tampoco, en principio, deberían tener (según yo veo) los colores respectivos que habitualmente se les asocia los distintos grupos (y por esta razón he prescindido de poner colores en la gráfica y en la tabla). Me explico, el grupo NOVA 2 engloba a los ingredientes culinarios (sal, aceite, vinagre, especias, harina) que no se comen de forma aislada, que se utilizan para cocinar y que nada tienen de malo a pesar del color amarillo que se les suele trasladar. Por su parte el grupo NOVA 3, serían los procesados “honestos”, fruto de la combinación de alimentos NOVA 1 con los ingredientes NOVA 2, y por tanto tampoco, en mi opinión debiera trasladársele color alguno (y menos el naranja que suele ser habitual). Ahora sí, los productos NOVA 4 sí serían esos temidos ultraprocesados, y el rojo es el color que mejor debería llevar asociado, como es el caso.
Realfooding frente a los perfiles de nutrientes de la OMS
En 2016 la OMS publicó un documento de perfiles de nutrientes que, en principio, se sugirió, debieran guiar la publicidad de alimentos para los más pequeños. Es un sistema que con pequeñas adaptaciones siguen en los países escandinavos. Su funcionamiento es simple: cada alimento es susceptible de enmarcarse en 17 categorías posibles y para cada categoría se establecen límites y criterios propios y diferentes a los de otras categorías (si les cuentas esto a los papás del NutriScore, igual les explota la cabeza). El caso es que si el producto, dentro de su categoría cumple con los límites establecidos de nutrientes sensibles para cada alimento, ese alimento puede ser objeto de publicidad dirigida a los niños. Y si no, pues no. Lo conté con pelos y detalles en este post.
Pues bien, nuevo descalabro de los productos Realfooding si los hacemos pasar por este tamiz: la OMS impediría que casi tres cuartas partes de los productos Realfooding se emplearan para dirigir publicidad a los niños en base a su mal perfil nutricional.
Realfooding frente al sistema de etiquetado de Chile
El sistema de etiquetado chileno es muy llamativo y penaliza con una “bonita esquela negra” por cada límite que se supere en el contenido de energía, grasas saturadas, azúcar y sal. Tiene que ser un poco triste para Carlos Ríos, que tradicionalmente ha apostado por este sistema de etiquetado frontal el ver como el 42% de sus productos llevarían al menos un sello negro, no podría ejercerse publicidad sobre los mismos y, al mismo tiempo “el pollito”, marca de la casa Realfooding, debiera desaparecer de los envases de esos productos.
Realfooding frente a la Aplicación ElCoCo
Con estos mimbres, con los anteriores resultados en los diversos sistemas de clasificación de alimentos, es imposible que nos salga un buen cesto. Así, la aplicación ElCoCo, que usa en su algoritmo y por este orden: el perfil de nutrientes de la OMS, el sistema NOVA y el sistema de etiquetado de Chile da un buen revolcón a la mayoría de los productos Realfooding. En este enlace tienes todas las explicaciones de cómo se obtiene la nota en ElCoCo.
El 52,6% de los productos Realfooding suspenden, algunos de ellos de forma estrepitosa (consulta la tabla), 26,3% obtienen un aprobado ramplón, y solo el 21%, poco más de una quinta parte obtienen una buena nota.
Realfooding frente a la aplicación MyRealfood
Al más puro estilo “Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como” la aplicación MyRealfood considera que todos, absolutamente todos sus productos son buenos procesados. Unos más y otros menos, pero todos son buenos. Carlos Ríos ha puesto de relieve que es capaz de ponerse por montera al sistema NutriScore (aquí reconozco que yo también estoy muy cerca de la montera e incluso de la peineta), al sistema NOVA de ultraprocesamiento, al sistema chileno, a la OMS y sus perfiles de nutrientes y, como no, a la aplicación ElCoCo.
Como esto ya se ha hecho más largo de lo que debería, lo dejo aquí para que saques tus propias conclusiones.
Si has llegado hasta aquí, déjame anunciarte que el próximo 1 de julio de 2022 se publicará en el canal de podcast #FactorIntrínseco, un episodio titulado: “Rialfudin, una autopsia personal”.
Nota bene: Mi agradecimiento a Laura Caorsi y sinazucar.org, por su ayuda a la hora de aportarme algunas de las notas de los productos en la app MyRealfood
Actualización 12/07/2022: El domingo pasado, el día 10, el gran Julio Basulto de la mano de Carles Mesa, me invitaron a la sección #VidaSana del programa de RNE, No Es Un Día Cualquiera, para comentar, precisamente, esta entrada del blog. Pincha en la imagen para poderlo escuchar.
Pincha en la imagen para poder escuchar
Esto no puede quedar sin aplausos. Plas, plas, plas. Magnífico ejercicio de recopilación y desenmascaramiento. Ya estoy que no vivo por escuchar ese podcast. Lo confieso, me encanta cuando se destapa a los jetas/listillos.
Muchas gracias por la información. Se agradece ver que hay profesionales con ética y criterio.
Genial, un poco más de confusión¡. Si los “neonutricionistas”, los nuevos “Papas” de la nutrición, entran a la batalla en las nuevas doctrinas alimentarias, estamos apañados.
Por favor, Don Francisco Grande Covián, échanos una mano, allá en dónde estés¡¡
Javi y Noé,
Muchas gracias a vosotros por pasaros por aquí a comentar. Un cordial saludo
Buenas Fernando,
Creo que la discrepancia es buena, eso permite el avance. Pero es que en este caso esas discrepancias no se centran en teorías nutricionales diferentes sino en formas distintas de entender la dietética y la nutrición como negocio.
Por otro lado, es posible que sugieras que no debiéramos discrepar, al menos en público, por un mal entendido (y tóxico) corporativismo, y siento decirte que discrepo: cuando, un compañero de titulación se columpia como lo está haciendo el autor del realfooding y además lo hace con claros intereses comerciales al margen de lo que dicta la profesión (o él mismo hasta hace un par de años) qué tengo que hacer ¿callarme? ¿aplaudirlo?. Yo creo que no.
Un cordial saludo y gracias por comentar
Hay un aspecto fundamental en la gestión nutricional que es la FRECUENCIA DE CONSUMO (incluye la variedad de consumos, los volumenes por ingesta,…) y tambien la MEMORIA porque la mayoría de apps nos ayudan en el momento de la COMPRA pero no en el momento del consumo. Os recomiendo hacer una foto a cada comida y si podéis utilizad LOGMEAL para archivar esas fotos!